Te regalo...

Te regalo un camino de tropiezos y una mano fuerte en tu hombro, para cuando quieras caerte conmigo. Te regalo la multitud de soledades, que te precedieron, para que construyamos nuestros propios días de sol. Te regalo una cadena de errores, para que compartamos culpas, dividamos penas, suprimamos castigos. Te regalo la certeza de que siempre se vuelve al principio, principio y fin de todo este andar. Te regalo los resabios de este corazón, hecho y deshecho y vuelto a armar, que encuentra, en los huecos del tuyo, el ensamble más perfecto. Te regalo la infinitud de las palabras tiernas, que no me sale decirte, pero que pugnan por escapar del pecho. Te regalo las canciones que no escribí, ni voy a escribirte, aunque sepas, que te pertenecen por completo. Te regalo un sinfin de verdades dolorosas y punzantes, que todavía no alcanzo a contarte. Te regalo un cuerpo, común y corriente, que se sabe imperfecto, pero aún así está deseoso de tenerte. Te regalo, en suma, este puñado de pequeñeces, lágrimas y flores que es mi vida, para que en ella dibujes tu silueta, su divino complemento, y empecemos a caminar.

lunes, 30 de noviembre de 2009


Si no hay mal qe por bien no venga ¿qe bien te trajo hasta mi?

Ya no hay más qe hacer: sos tu propia ayuda. Ahora anda y viví, yo siempre amé tu locura.

Pasarán tantas cosas


Alguien dijo alguna vez qe la mejor terapia para el olvido es el odio. Qe si él se va, se debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabés, al final suele pasar qe el odio es bastante aburrido, porque además no se lo creé nadie. Quiero decir qe a él no le afecta qe el taladro de nuestra mirada le traspase, porque no se siente culpable. Normal. Así qe al final uno decide olvidar y tirar para adelante, seguir en el camino y en la búsqueda, hacer repaso de lo qe hemos andado y quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo. Él crecerá, yo espero qe no mucho más. Se casará y tendrá hijos, será el hombre responsable qe todos quieren, no lo sé. La ciudad seguirá imparable, frenética, y nosotros perdidos en ella buscando quién sabe qé. ¿Yo qé sé qé será de nosotros?. Pasarán tantas y tantas cosas.